Operación Bikini…
Un paseo casual por el madrileño barrio de Canillejas, me llevó a observar como el perfil en estos tiempos de los edificios perece asemejarse al de aquel adolescente cuando mira su cuerpo allá por el mes de marzo, no está contento con sus dimensiones y proporciones para el período estival. Salvando el penoso símil, deberíamos preguntarnos, más allá de la habilidad patente del diseñador a desenvolverse en espacios angostos, si el propio planeamiento vigente y la segregación de solares es la más adecuada en estos casos, o estamos entrando en un peligroso capítulo de «aprovechamiento hasta el extremo del suelo urbano»… Es para pensárselo
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